¡No hay nada más genuino que anhelar guardar la Torá de Nuestro Padre Eterno!
No por temor.
No para salvación.
No por bendición o sacar ningún provecho.
Sino simplemente por traer gloria a Aquel que nos amó.
Por amar y valorar cada palabra que ha salido de Su boca.
¡Porque la boca del Eterno lo ha hablado!
“Hijo mío, guarda Mis palabras,
y atesora Mis mandamientos contigo.Guarda Mis mandamientos y vivirás,
y Mi Torá como la niña de tus ojos.”
Prov. 7:1-2