Cuando una persona honorable y de renombre en la sociedad, -sea un rey, príncipe o presidente-, nos invita a su fiesta, nos alegramos y tratamos por todos los medios de no rechazar su invitación.
¡Cuanto más debemos alegrarnos cuando el Rey Supremo nos invita a Su fiesta más preciada, la que salió de Su corazón!
¡Lo más hermoso de Nuestro Rey es que la invitación a Su fiesta es para todos!!
“Los hijos de Israel guardarán el Shabbat, celebrándolo por todas sus generaciones como pacto perpetuo».”
Éxodo 31:16
“Y los extranjeros que se unen al Señor para servirlo, para amar el Nombre del Señor y ser sus servidores;
que guardan el Shabbat sin profanarlo y son fieles a mi pacto, haré que sean conducidos a mi Santo Monte, y se alegren en mi Casa de Oración.
Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar, porque mi Casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos.”
Isaias 56:6-7